martes, 14 de abril de 2009

Las dos Medeas

Revista Signos 1997, 30(41–42), 55–61
LITERATURA
Medea, en la visión de Eurípides y Anouilh Patricia Guerrero Universidad Católica de Valparaíso Chile
El propósito del siguiente trabajo es examinar la tragedia "Medea" de Jean Anouilh, a la luz de un texto clásico, Medea de Eurípides, su fuente de inspiración. Este estudio se ha centrado en las figuras de Medea y Jasón, principalmente en la primera. A través de dicho estudio se ha buscado configurar y dilucidar, hasta qué punto la problemática de los personajes, en ambas obras, es coincidente en sus aspectos más trascendentes. El tema de esta tragedia es la venganza que "Medea" en contra de su marido "Jasón". Eurípides, desde el inicio de su creación literaria, había manifestado predilección por la figura demoníaca de esta mujer. Ha tomado su personaje de las más antiguas tradiciones, sin trepidar, eso sí, en hacer las innovaciones necesarias para poder mostrar el problema humano que la interesaba. Medea es la primera maga de la "Cólquide" a quien Afrodita, instigada por la diosa Hera, hace enamorar, hasta la locura, de Jasón, príncipe de Yoleas, quien debería rescatar el vellocino de oro, que guardaba celosamente el padre de Medea, como condición impuesta por el usurpador, para recuperar el reino de su padre. Loca de amor, será la propia Medea, que traicionando a su familia, permitirá a Jasón obtener el difícil botín.
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-09341997000100003&script=sci_arttext

La anterior es la introducción de un estudio como el que están realizando esta semana.
Consideren la división que establece entre los héroes y los hombres de orden, tal como lo habíamos analizado en nuestra lectura.
Quedo a la espera de sus trabajos.
Recuerden la pauta
Conocimiento y comprensión del texto 5
Apreciación de los rasgos literarios 5
Respuesta a la pregunta 5
Estructura 5
Uso del lenguaje 5

3 comentarios:

  1. Javiera Silva & Catalina Ananias

    La obra Medea, de Jean Anouilh, es un texto perteneciente al género dramático, y es específicamente una tragedia griega. Jean Anouilh (1910-1987) fue un dramaturgo francés que escribió una gran cantidad de obras dramáticas; desde las tragedias griegas reescritas hasta las comedias sofisticadas y un tanto irónicas. Entre las primeras podemos encontrar la reescritura de Antígona (1944) y de Medea (1943), y entre las últimas, a El Armiño (1932), su primer drama. Anouilh vivió en la época del régimen Nazi, por lo que generalmente sus obras trataban temas como la resistencia a la opresión, utilizando contextos contemporáneos e históricos. Un claro ejemplo de esto es Antígona. La mayoría de los trabajos del escritor francés contrastan los mundos del romanticismo ideal, representado normalmente a través de un personaje joven e inocente, con los de la cruda realidad, la cual es representada por una sociedad o figura de poder corrupta. La tendencia de Anouilh es, por lo tanto, contemporánea.
    El propósito del siguiente trabajo es examinar la tragedia "Medea" de Anouilh. Esta versión, al ser una reescritura, tiene el mismo argumento que su fuente de inspiración, Medea de Eurípides, donde la protagonista se venga de su marido Jasón debido a su infidelidad.

    El fragmento de la obra Medea que será analizada a continuación corresponde a un diálogo entre la nodriza y Medea, en donde dialogan acerca de qué tendrán que hacer ahora, cuando Jasón se casará con otra mujer. Medea se da cuenta de que es libre, y comienza a recobrar su forma de ser independiente, tenaz y vehemente, volviendo a ser la Medea cruel y astuta que era antes de su matrimonio.
    El tema principal del fragmento es la función de la mujer en la sociedad griega, y el rol que Medea no quiere cumplir, un rol de subordinación y de inferioridad comparado con el hombre. Se da cuenta de que Jasón la ha estado usando todo este tiempo, y ahora, que la abandona para casarse con alguien más joven y con un mayor nivel social, ella puede volver a pensar a su manera, por ella misma. Ya no está en esta especie de trance, y siente verguenza por todo lo que tuvo que soportar: obedecer a su marido sin chistar, esperarlo fielmente a que llegue a la casa, respetarlo a él y a sus decisiones, entre otras cosas. Aunque éste es exactamente el rol que la mujer griega debía cumplir, Medea no se rige por esas reglas. Ella quiere ser igual, e incluso superior a la figura masculina, que en este caso es Jasón.
    La mujer en la cultura griega nunca fue completamente libre. Debía obedecer las órdenes del padre en todo momento, y en la adultez, las del marido. Sin embargo, aunque la figura femenina en Grecia no era lo suficientemente digna para asistir a eventos públicos (como por ejemplo, los Juegos Olímpicos), sí era relevante bajo el criterio religioso. Es decir, el hombre griego menospreciaba a la mujer, pero a su vez adoraba a las deidades femeninas, otorgándoles la misma autoridad y respeto que la de los dioses. Un claro ejemplo es la poetisa Safo, la cual fue alabada por su destacada inteligencia y preparación intelectual. Entonces, la mujer griega era mirada en menos, pero sí existían excepciones a la regla, y Medea intenta ser una de esas excepciones. Ella no quiere estar atrapada en la sociedad, cumpliendo el rol que se supone que debe cumplir. Lo que ella quiere es tener libre alberdrío con respecto a su futuro y a sus decisiones, y por este motivo busca la venganza: Medea no se conforma (como lo haría cualquier mujer griega) con actuar de la manera apropiada. Ella busca destacarse, sobresalir, y ser todo lo que la mujer en Grecia no puede ser.
    La misma Medea es la que habla de lo denigrante que es ser una mujer, cuando dice:
    "¡Amputada!... Oh, sol, si es cierto que vengo de ti, ¿por qué me has hecho amputada? ¿Por qué me has hecho mujer? ¿Por qué estos senos, esta debilidad, esta herida abierta en el centro de mí misma? ¿No hubiera sido hermoso el muchacho Medea? ¿No hubiera sido fuerte? (...) ¡Mujer! ¡Mujer! ¡Perra! ¡Carne hecha de un poco de barro y de una costilla de hombre! ¡Trozo de hombre!"
    En este parlamento, la protagonista expresa con rabia el odio que siente al ser una mujer, y su deseo de ser hombre. Con la metáfora "¡Carne hecha de un poco de barro y de una costilla de hombre!", alude al hecho de que, desde que el mundo se creó con Adán y Eva, la mujer siempre ha estado por debajo del hombre en todo sentido, nunca ha dominado por sobre él.

    De este modo, el fragmento analizado tiene como idea principal destacar que Medea renace al volverse independiente de Jasón. Ella es un personaje femenino fuerte, necesario en el siglo XX, período en el cual la mujer comienza a surgir. Ella se opone al sistema, se levanta en contra del poder, y todo esto lo hace por ella y para ella. En el fragmento también se puede observar una muestra de sincretismo religioso, en el que se validan la creencia politeísta de los dioses griegos y la creencia católica de que todos los hombres y mujeres vienen de Adán y Eva.
    El personaje de Medea en la obra de Anouilh pertenece a los llamados "seres de raza", quienes son en general los héroes en la historias, buscan la libertad y están llenos de soberbia. Piensan de manera irracional, mirando las posibilidades en el futuro como un "no" o un "sí" rotundos. El personaje de Jasón, en cambio, es un ser común: perteneciente a la categoría de "ser de orden", es estable y busca una felicidad simple en la vida.
    Comparando a la Medea de Anouilh con la de Eurípides, la versión contemporánea conserva varios aspectos de la original. En ambas versiones el conflicto se organiza alrededor del motivo de la muerte y la resurrección: algo muere para que otra cosa nazca:
    "A ti, la de mirada sombría y enfurecida contra tu esposo, Medea, te ordeno que salgas desterrada de esta tierra, en compañía de tus dos hijos y que no te demores. Ya que yo soy el árbitro de esta orden, no regresaré a casa antes de haberte expulsado fuera de los límites de esta tierra".
    Aquí se representa la expulsión de "lo viejo" para dar inicio al matrimonio de Jasón que lo dejará en un nuevo orden social.
    Otro aspecto esencial que conserva esta versión en relación a la de Eurípides, es que se representa el resurgimiento de la mujer que ella misma fue alguna vez en sus inicios mitológicos; hay un renacimiento de lo que ya antes existió. También, la figura femenina se ve disminuida en relación al hombre.
    En cuanto a las diferencias existentes entre las dos versiones, se pueden encontrar unas cuantas. Por ejemplo, la heroína de Anouilh busca desesperadamente su extinción (a diferencia del personaje de Eurípides, que no puede consentir en el triunfo de sus enemigos). No le teme a la muerte, puesto que su desaparición no significará el final de su unión con Jasón, ya que viva o muerta, Medea siempre estará junto a él, y como ya se lo ha dicho muchas veces, sólo podrá liberarse de ella con su propia muerte. Otra diferencia es que en la tragedia de Eurípides la religión se da a conocer mediante los dioses griegos, como Helios, sin embargo Anouilh menciona citas cristianas en las cuales se explica el origen del hombre como:
    (…)¡Carne hecha de un poco de barro y de una costilla de hombre! (…)
    Personalmente, creemos que Anouilh plantea un conflicto ético y político con la obra Medea, un problema transferible al mundo actual. A diferencia de la obra de Eurípides, los personajes de Anouilh son más humanos, son capaces de mostrar más emociones. Por ejemplo, cuando vemos a un Jasón enamorado de Medea, o cuando vemos que Medea siente una verguenza gigantesca al darse cuenta de cuán subordinada había estado de su marido durante los últimos diez años ( "Soy yo. ¡Medea! (...) Ya no aquella perra aguardando acostada. ¡Verguenza! ¡Verguenza! Me arden las mejillas, nodriza.").
    El tema de la mujer v/s el hombre es tradicional, y a la vez innovador. Desde hace mucho tiempo que existe la polémica de si la mujer es igual de importante que el hombre, y en todo sentido: social, político, religioso, cultural. Recientemente, figura femenina ha surgido, y este hecho ha provocado que muchos aspectos del ser humano, como el rol de cada género y su importancia, se cuestionen. Se podría decir que el tema principal es un tópico literario, comentado y utilizado infinitas veces.
    En conclusión, la obra Medea sigue siendo utilizada, desde su estreno hasta la actualidad, como una manera de representar la naturaleza humana, que a veces es dominada por las pasiones, y a veces por la razón. La vehemencia y la fuerza de la protagonista deja sacudido al espectador, quizás porque apunta a las contradicciones del ser humano, sin importar la época en la que se lea.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. MAGDALENA TAPIA & JOSEFA CARDEMIL


    En el siguiente trabajo analizaremos un fragmento de la reescritura de Medea de Jean Anouilh, en donde también compararemos esta reescritura con la obra original de Medea, escrita por Eurípides. Una tragedia griega es un género teatral que se creó en la antigua Grecia, se desarrolló principalmente en Atenas y su argumento es la caída de un personaje importante. Su objetivo es contar un mito, pero desde el punto de vista de la comunicación. Medea se incluye en este tipo de género teatral y fue escrita hace más de dos mil años por Eurípides y reescrita hace menos de 100, exactamente durante la segunda guerra mundial en el año 1942, por el escritor francés Jean Anouilh. Éste es un autor contemporáneo, esto implica ser innovador, vanguardista, dejar de lado el icono clásico, mientras que Eurípides es uno de los tres grandes poetas trágicos griegos de la antigüedad, quien también desarrolló mas obras como Helena y Fenicias. Jean Anouilh fue un dramaturgo francés, nacido en Burdeos (23 de junio de 1910) y muerto en Lausana (3 de octubre de 1987), tal vez el autor más representativo de su generación. En su teatro se propuso crear una atmósfera poética llena de situaciones libremente imaginadas, por paradójicas o míticas que fueran, y en esta atmósfera se mueven unos personajes de alma desilusionada. El tema único que Anouilh desarrolló, con argumentos y métodos variados, es la oposición irreductible entre la pureza de la juventud intransigente, limpia a pesar de manchas accidentales, y la sociedad hipócrita y corrompida que acepta las componendas más degradantes.

    El fragmento que analizaremos a continuación, corresponde a la primera escena de la tragedia escrita por Anouilh, hasta cuando entra el muchacho que había sido enviado por Jasón. En este fragmento Medea discute su situación con la nodriza cuando ya habían sido desterradas por el rey Creonte de la ciudad de Corinto mientras su esposo Jasón celebraba en el castillo. Es aquí donde encontramos la primera diferencia con la versión de Eurípides, ya que en la versión antigua se aprecia a la nodriza hablando con el hombre que cuidaba a los hijos de Medea, quienes conversaban sobre la situación actual de su jefa, y en esta obra Medea es quien conversa con la nodriza. El tema principal de este fragmento es la reflexión de Medea frente a su situación actual (ha sido abandonada por Jasón y desterrada de Corinto por ordenes del rey Creonte). En el texto Medea le dice a la Nodriza “despreciada, expulsada, apaleada, sin país, sin casa, pero no sola.” Mediante la frase anterior, Medea le dice a la nodriza que a pesar de haber sido abandonada, desterrada, traicionada y estar sin hogar ni patria, ella no se encuentra sola, pues ella sabe que Jasón aún la ama (se preocupa de su bienestar y le confiesa más adelante en la obra que la ha querido como a ninguna otra mujer).
    A pesar de que Medea de Anouilh y Medea de Eurípides hablen esencialmente de lo mismo, difieren en algunos aspectos. Ambas obras se asemejan en que en ellas se presenta un personaje femenino fuerte, en donde la protagonista se ve envuelta o dominada por la pasión (prioriza la acción sobre la reflexión). Medea se deja llevar por sus pasiones, no es morigerada, ya que es incapaz de controlar sus actos. La protagonista se presenta como un personaje revolucionario, que trata constantemente de defender el rol de la mujer en la sociedad, describiéndolas como fuertes y autónomas, y que merecen tener los mismos derechos que los hombres. También, en las dos obras el destino es inexorable y predeterminado (no hay manera de cambiarlo). Por otra parte, se diferencian en algunos aspectos como los siguientes: en Medea de Anouilh, Jasón se caracteriza por ser un personaje capaz de expresar ternura (no es así en la Medea original).Jasón le declara el profundo amor que alguna vez sintió a Medea. Realiza una búsqueda interior (busca paz en sí mismo), por lo que decide acabar con su vida de héroe para tratar de ser un hombre ordinario, una persona humilde e independiente. Abandona a Medea (no quiere sentirse acorralado por su maldad y su odio) y renuncia al heroísmo, y como consecuencia a ser protagonista de la obra. Otra diferencia destacada es el fenómeno del heroísmo. En Medea de Anouilh, el heroísmo es subversivo, donde el héroe asume una vida llena de riesgos que sólo vela por el bienestar del protagonista. No hay sacrificio ni abnegación por parte de la protagonista, sino egoísmo y desprecio por el género humano. Medea busca vengarse de Jasón haciéndolo sufrir ocasionándose su propia muerte, pues ella sabe que su unión con Jasón es eterna, y sólo podrá liberarse de ésta quitándose la vida. En Medea de Eurípides, la protagonista puede ser considerada como heroína por su valentía y fortaleza para aceptar su destino tal cual es y también por su forma de enfrentar la vida. Medea no busca acabar con su vida en la obra de Eurípides, no puede aceptar el triunfo de sus enemigos. Por último, otra diferencia importante son los aspectos formales de cada obra. En la obra de Anouilh, no es posible percibir la división clásica en palodos. También, hay presencia de personajes que pertenecen a una baja clase social (la tragedia termina con un diálogo entre dos representantes de la clase inferior). Medea de Anouilh nos presenta una obra más moderna, donde interactúan ciudadanos comunes y corrientes, adaptando un lenguaje más coloquial que en la tragedia clásica (los personajes son mas humanos que en Medea de Eurípides).
    Algunos recursos literarios que pudimos encontrar en el fragmento analizado fueron, por ejemplo, una comparación cuando la nodriza dice “en cuclillas como dos mendigas…” y una personificación (en donde se le atribuye una característica a un sentimiento que es imposible) cuando la protagonista dice “El hedor de la felicidad llega… “, en donde se refiere a que ella puede sentir un “olor” desagradable y penetrante de felicidad (siente que la alegría llega hasta ella y la rodea, y este hecho le desagrada y la llena de odio).
    Como conclusión, podemos destacar que la importancia de esta obra ha trascendido a lo largo del tiempo debido a la calidad de su contenido. Sus temas cotidianos como la envidia, la soberbia, el amor, la traición, el desprecio, el abandono, la ira, la naturaleza humana, el dominio de la pasión sobre la reflexión, entre otros, han logrado captar la atención del público hasta la actualidad. En ambas obras (en la de Eurípides y la de Anouilh) el tema principal es el mismo, la venganza de Medea hacia Jasón, sin embargo, se destacan algunas diferencias importantes, como las mencionadas en los párrafos anteriores. Sin duda alguna, Anouilh ha podido encontrar una fascinante fuente de inspiración en la tragedia de Eurípides, pero no es difícil comprobar que la similitud de su Medea con el modelo clásico se reduce a lo que la historia tiene de más superficial. Sin embargo, han sido estas líneas externas del drama las que le han permitido incorporar en su obra sus propias ideas acerca de la impureza de la vida, el hastío del amor y la huida a través de la muerte.

    ResponderEliminar