Acerca de las posibilidades de alcanzar el éxito se escriben a diario una serie interminable de comentarios, consejos, charlas, cursos y demases, que establecen como punto de partida la adquisición y el manejo de herramientas de conocimiento que parecen situar a éste en primerísisimo lugar en la escala de valores humanos.
Sin embargo, no siempre el conocimiento en sí mismo es bien valorado por la sociedad actual; baste mirar los modelos de éxito que imponen los medios de comunicación: deportistas, actores de teleseries, concursantes de realities, etc.; cuyos méritos- que sin duda los tienen- no van por el lado de lo que usualmente denominamos cultura, sino por otros componentes como la belleza, la habilidad o la popularidad y los excesos que parecen tener un lugar preponderante en la cultura popular.
Desde este punto de vista cabe preguntarse por el lugar del conocimiento en nuestros días:
¿tiene algún prestigio el ser culto, instruído, letrado o bien educado?
por otra parte,
¿cómo sabemos cuáles son nuestras capacidades?
los invito a reflexionar acerca de estas cuestiones, hasta pronto.
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En épocas antiguas el conocimiento era mucho más valorado que hoy en día. Las personas eruditas eran los guías de la sociedad y la población con más dinero se esforzaba por la obtención de mayores conocimientos y en todos los ámbitos. Por lo general, los hombres sabios eran “hombres universales”, con conocimientos en muchos ámbitos, desde la pintura a la literatura, de las ciencias a la cocina, como el conocido Leonardo Da Vinci.
ResponderEliminarHoy en día, la información está más disponible que nunca. Prendemos el televisor y hay en canales de todo ámbito que podamos pensar. Y ni hablar del internet, donde la información está muy accesible y muy fácil de buscar. Pero al parecer, en la sociedad de hoy, son pocos lo que recurren a abastecerse de lo que realmente es conocimiento. La población parece buscar en los medios de comunicación datos irrelevantes que no hacen reflexionar sobre aspectos de la vida diaria a mejorar. El conocimiento nos ayuda a mejorar la calidad de vida, pero la información que nos bombardea día a día parece dejar a la población insatisfecha de sus propias vidas y no buscar una forma de mejorarla.
Creo pensar que son de igual manera, las personas sabias guías en nuestra sociedad, pero están entremezclados con personas que no son abundantes en conocimiento y que a mi juicio si lo deberían estar, pues para dirigir la vida de las personas, se debe tratar con conocimientos de todos los ámbitos.
Antonia Lira.
Mapa mental
ResponderEliminarCreo pensar que tengo la capacidad de captar mucho de lo que pasa a mi alrededor. Estoy pendiente de lo que está ocurriendo y soy sensible a las cosas que ocurren. Por ejemplo, si a alguien le falta algo o alguien está tratando de comunicarse con alguien, pero esta persona no la escucha, yo me doy cuenta de esos problemas y trato de solucionarlos. Además de esto, cuando se me presenta un problema, veo todas las opciones posibles para solucionarlo de forma objetiva, y por lo general puedo pensar rápido acerca de que se puede hacer en determinada situación.
Otra característica de mi mente creo que es lo organizada que soy en cuanto a cosas de colegio, pero en el momento en que las estoy haciendo, porque si tengo muchos trabajos, me estreso mucho y con esto termino avanzando menos de lo que tenía pensado.
Detesto las mentiras, por eso soy de lo más honrada en mis cosas y muy rara vez miento respecto a algo, y me carga que me mientan. Creo que esta característica me hace también ser una buena amiga, con las que soy muy fiel siempre.
Un día de mi vida en el año 2025
Me despierto y son las 7:00 AM. Mi casa en Santiago está calientita y tengo que despertar a mis tres hijos: Antonio, Agustina y Emilia. Mi nana ayuda a bañar a la más pequeña y los demás se preparan para el colegio. Mi marido también se prepara para ir a trabajar. Tomamos desayuno todos juntos, con mucha comida nutritiva y jugo natural y luego los cinco nos subimos al auto a dejar a los niños. Mi marido me pasa a dejar a mi trabajo en una oficina de arquitectos y él se va al suyo.
Durante el almuerzo rompo la rutina de salir a comer con mi marido o con mis amigas del trabajo y salgo con una amiga de hace mucho tiempo atrás, de la época del colegio.
Luego de una tarde trabajosa pero muy productiva, llego a la casa y con mi marido salimos a trotar, cosa de rutina diaria, junto a nuestros perros. Después de eso volvemos a la casa y nos ponemos pijama y compartimos tiempo con los niños, ayudándolos en sus tareas y jugando.
Llega la hora de acostarse y juntamos a los niños para leerles un cuento actuando harto y con voces graciosas. Los niños se duermen y nosotros nos vamos a acostar. Yo leo un libro hasta que me canso y me duermo.